Pastoral
Lema 23/24
Tejiendo Vida
«Es como hilos de colore individuales que, entrelazados, conforman una alfombra única y hermosa, que no sólo da fe de nuestra fraternidad, sino que nos remite a su origen. Porque Dios mismo es el artista que creó esta alfombra, que trabaja con paciencia y repara con cuidado, queriendo siempre que estemos bien entrelazados unos con otros, como sus hijos e hijas» (Papa Francisco).
Tejiendo vida hace referencia al proyecto de construcción de la identidad personal, despertar a la vida, atrevernos a relacionarnos con otros, aprender de otros, dejarnos ayudar, evangelizar y comunicarnos con un diálogo sencillo signo de pertenencia a una misma familia, RMI e Iglesia.
Conscientes de que el rasgo que define nuestra identidad es evangelizar, al estilo de Vicenta María. Deseamos despertar «la inquietud por la búsqueda del sentido de la vida a través de la dimensión transcendente y de la Fe», propiciando experiencias de bien, de encuentro con Dios, y transmitir valores del Evangelio, anunciando el mensaje de Jesús, en medio de una sociedad plural, siendo testigos que contagian la alegría de haberse encontrado con Él.
Queremos tejer la acogida, abiertas a la diversidad, cuidando y reforzando actitudes de respeto a la identidad, comunión, transparencia, humildad y confianza, ser FAMILIA.
Explicación del logo: (ovillo, aguja, color azul institucional, RMI). Nuestros caminos se cruzan en el ovillo y entrecruzan unos con otros, construyendo un tejido lleno de vida, en el que Cristo está presente, al igual que su cruz y nuestra cruz. Somo las protagonistas del tejido, de nuestra vida, las agujas están listas para ponerse en acción, tejer, moverse, encontrarse, comunicarse, arriesgar a encontrarse con otros hilos y formar una historia que se entreteje con el carisma de Santa Vicenta María, consolidando nuestra pertenencia a la familia RMI, de ahí el color azul institucional.
Objetivo pastoral: Tejer relaciones de bien, sólidas, potenciando al misión compartida y el trabajo en equipo para:
- Evangelizar despertando a lo trascendente y favoreciendo experiencias que les lleve al encuentro con Jesús
- Crear espacios de pertenencia, abierto a descubrir dones y fortalezas entre los jóvenes.
- Revitalizar la calidad en la intervención de los agentes de pastoral
PRIMER TRIMESTRE.
TEJER. Desde el reconocimiento de la belleza de cada joven, su riqueza, diversidad y la posibilidad que hay en ellos de tejer su propia vida y ser una persona de bien. Queremos despertar en las jóvenes la ilusión, la búsqueda, inquietud, reencuentros, todo aquello que pueda favorecer la inciación, continuidad y pertenencia.
SEGUNDO TRIMETRE.
ENTRETEJER. Ayudando a los jóvenes a deshacer sus nudos, enredos, y cuanto a lo largo de su camino les ha impedido sacar su mejor versión y poder establecer relaciones sanas, libres y liberadoras, despertando la auténtica alegría que alegra el corazón y comenzar a construir un mundo mejor.
TERCER TRIMESTRE
REGALAR. Junto a Jesús, hemos reconocido el tejido del que estamos hecho, hemos tejido nuestra historia y entresacado los nudos, los estorbos, lo que nos oscurece y hemos descubierto que Jesús camina a nuestro lado, nos ayuda y se hace presente, envolviéndonos en una inmensa alegría, Él es el artesano de nuestra vida.
Actividades curso 23/24
Voluntariado
¿Te gustaría realizar un voluntariado?
El voluntariado es más que vivir una experiencia aislada; es un proceso de aprendizaje basado en las vivencias, contacto y relaciones con otras personas, realidades y culturas; la construcción de un compromiso social que promueva la participación como instrumento de cambio.
Voluntariado en las 3000 viviendas
Proyecto educativo para la infancia y adolescencia coordinado por una Religiosa de Jesús-María, llevado a cabo por Cáritas, que pertenece a la Pastoral Juvenil Salesiana, de la Parroquia de Jesús Obrero situada en el Polígono Sur. Se atienden alrededor de 120 niños/as de 6 a 18 años. Un aula por curso escolar con 6 horas semanales de refuerzo educativo, actividades culturales, deportivas y de tiempo libre.
Desde la Residencia María Inmaculada se fomenta la solidaridad y qué mejor manera que ayudar a estos niños en riesgo de exclusión social, participando y dando apoyo a los niños una vez a la semana, durante dos horas.
Voluntariado Personas Sin Hogar
Un café como excusa para un rato de conversación.
El proyecto no tiene como fin dar comida ni satisfacer necesidades básicas, sino acompañar, orientar, dignificar, formar y ayudar a las personas sin hogar. El café, caldo, zumo, galletas que se les ofrece es solo un pretexto para acercarnos un rato a hablar con ellos y así poco a poco ganarnos su confianza. Una vez tengamos su confianza, se les podrá ayudar en la mejora de su autoestima, solución de problemas necesidades y conflictos que se le presentan, y siempre ofrecer escucha activa. Las salidas son los miércoles, dividiéndonos en grupos para cubrir las máximas zonas posibles de la ciudad. Nuestras chicas de la residencia salen cada quince días ayudando a este grupo a que se lleve a cabo este voluntariado; proyecto financiado por cáritas universitaria.